lunes, 10 de enero de 2011

MANO DURA CONTRA LA VIOLENCIA ESCOLAR

Mano dura contra la violencia escolar

TRIBUNA :ROSARIO ORTEGA 18/12/2006

El fenómeno del maltrato -físico y verbal-, la intimidación, la exclusión social y, en general, el abuso de poder sostenido, despótico y cruel de unos sobre otros es un problema social que afecta a todos los escenarios en los que tienen lugar relaciones interpersonales estables y obligatorias, como es la institución escolar. No es un fenómeno masivo; es decir, no afecta, en su forma más cruel, a un alto número de escolares, sino a un reducido número de ellos y ellas. Pero aunque sólo afectara al 2%, (que puede afectar a bastantes más) tendríamos un mínimo de entre 10 y 20 escolares, en cada centro (el bullying acontece en todos los centros: privados, públicos, pequeños, grandes, rurales, urbanos...) viviendo un verdadero calvario de persecución, burlas crueles, malas palabras y peores e injustificadas agresiones físicas, intimidación y malos tratos que, sostenidos en el tiempo, los lleva a verdaderos procesos de victimización. Proceso de victimización paralelo a otro de embrutecimiento, perversidad moral y precriminalidad que afecta a los chicos y chicas que se involucran activamente en comportamientos planificados, duros y prolongados de acoso y violencia hacia otros.
Ambos, víctimas y agresores, en la medida en que son niños, niñas y jóvenes en formación, están en un alto riesgo de sesgar su proceso evolutivo hacia la psicopatología y la criminalidad respectivamente y ello afecta de forma seria -además de a su salud-, al real disfrute de los derechos que como persona les corresponde y que la sociedad debe proporcionarles a través de la institución educativa. Ambos deben ser considerados escolares y jóvenes muy vulnerables en su desarrollo picológico.
Por tanto, estamos hablando de un problema profundo y complejo que hay que abordar, no sé si con la dura mano, que en alguna entrevista ha señalado la ministra, pero sí con inteligencia, conocimiento real de la naturaleza del problema y con los programas educativos adecuados. Problema que hay que afrontar tanto de forma preventiva, como paliativa. Tanto para que no ocurra como para que, una vez aparecido, lograr su desarticulación y la reeducación oportuna y rápida de víctimas, agresores y escolares involucrados en la red del acoso. Porque el acoso no es una conducta puntual, ni una pelea, ni una agresión esporádica, ni un problema de disciplina, aunque todos estos otros fenómenos se relacionen entre sí, dado que son problemas sociales que disturban la convivencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario